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Sitio Oficial

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#BIOGRAFÍA

Mi nombre es Federico Molinari, y practico un deporte poco común, solo apto para apasionados: GIMNASIA ARTÍSITCA.

Nací en la ciudad de Rosario el 11 de enero de 1984. Dos años más tarde nace mi hermano Matías (el enano), quien me acompañaría siempre en todas mis locuras. Son pocos los recuerdos que tengo de mi infancia en Rosario ya que en el año 1988 les ofrecen a mi papá y a mi mama (Fernando y Alicia) ser los entrenadores de gimnasia del Club Atlético San Jorge M y S, y así los 4 nos mudamos a la ciudad de San Jorge (provincia de Santa Fe).

Ya instalados en esta pequeña ciudad, tanto mi hermano como yo, nos pasábamos el día entero adentro del gimnasio debido al trabajo de mis padres. Por esta razón comencé a los 4 años a practicar gimnasia en la escuelita de iniciación deportiva y sin saberlo esa decisión me cambiaría la vida para siempre.

Mi vida siempre estuvo ligada al Club Atlético San Jorge, me pasaba todo el día dando vueltas por sus instalaciones y eso me llevo a ocupar mi tiempo en otras actividades. Además de gimnasia practicaba tenis, básquet, natación, pelota a paleta y golf. Cuando tenía 9 años de edad recuerdo que mi papá, que para ese momento ya era mi entrenador, me dijo que si quería llegar a lograr grandes cosas con la gimnasia tenía que dedicarme más tiempo y no podía hacer tantos deportes. A partir de ese día me dediqué por completo a la gimnasia.

Hacia el año 1997 pude lograr mi primer gran sueño en el deporte, llegue a la Selección Argentina de gimnasia infantil y participé del Campeonato Sudamericano en Santiago de Chile, donde obtuve 3 medallas de bronce y una de plata en la que sería mi especialidad, las Anillas. Desde ese momento compartí junto a mi papá una gran cantidad de viajes por todo el mundo. 

No es fácil la adolescencia para los deportistas, y tampoco lo fue para mí. Tuve la suerte de tener unos amigos geniales en la secundaria y muchas veces tuve que priorizar la gimnasia a salir con mis amigos, pero siempre me bancaron y estoy muy agradecido. En esta etapa de mi vida hubo un gran cambio. El 10 de enero de 2001 nació Jazmín, mi hermana menor, una princesita hermosa que llego a la familia un poco tarde, pero nos alegró la vida a todos.

Al finalizar el secundario recibo una beca de la Secretaria de Deportes de la Nación, y en el año 2002 me mudo a Buenos Aires para entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). A fines de ese año gané la medalla de oro en Anillas en el Campeonato Panamericano juvenil de Santo Domingo, algo que habíamos buscado con mi papá por mucho tiempo y finalmente se nos dio gracias a un gran trabajo en conjunto.

Ya en Buenos Aires y bajo las órdenes de Vladimir Makarian (entrenador ruso de la Selección Argentina de gimnasia) pase por un natural proceso de adaptación tanto en lo que respecta al entrenamiento como en lo que se refiere a vivir en una ciudad tan grande y tan distinta a San Jorge. Si bien la forma de entrenar era diferente, la adaptación no me llevo mucho tiempo y rápidamente nos pudimos entender con Vladimir. En 2003 participé de mi primer Juego Panamericano (Santo Domingo, República Dominicana) y de mi primer Campeonato Mundial (Anaheim, USA).

Uno de los momentos más difíciles llego a principios del año 2005, cuando por un dolor muy importante en el hombro derecho tengo que realizarme una cirugía, la cual me deja fuera de competencia por 6 meses. Pero eso no fue lo peor, al comenzar nuevamente con el entrenamiento vuelvo a sentir dolores muy grandes y a mediados del mismo año debo realizarme una nueva cirugía en el hombro. Llegue a plantearme la posibilidad de dejar de entrenar, pero tuve la suerte de conocer a una persona que me cambiaría la vida: Paula, quien actualmente sigue estando a mi lado y me ayudó mucho. Gracias a ella y a los padres increíbles que tengo pude salir adelante (recuerdo siempre sus palabras en los momentos más difíciles: “los mejores días son los que vendrán”).

Finalmente vuelvo a las competencias a mediados del año 2006, un año de transición que me permitió crecer en lo técnico y en el cual pude alcanzar por primera vez el Campeonato Nacional All Around de la categoría Mayor.  Pero las lesiones no se iban a ir por mucho tiempo. Luego de los Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro (2007), en un mal salto, me lastimé los ligamentos cruzados de la rodilla derecha, y aunque participé del Campeonato Mundial de Stuttgart (Alemania) clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, no pude lograr la clasificación. Uno de mis sueños más grandes se me iba de las manos.

Siempre tuve una frase que me ayudo a salir adelante en los momentos difíciles: “Solo el que aprende a no bajar los brazos, está listo para levantar una copa”. El año 2008 fue un punto de partida para lo que vendría luego, obteniendo un 6to puesto en Paralelas en la Copa del Mundo de Moscú, un 4to puesto en la Copa del Mundo de Barcelona en Anillas y 2 medallas en el Campeonato Panamericano de especialistas en Rosario (plata en Anillas y bronce en Paralelas). Estos resultados permitieron que el Círculo de Periodistas deportivos me premiara por primera vez con el OLIMPIA DE PLATA en Gimnasia (luego lo ganaría también en 2009, 2010, 2012 y 2013).

Ya en 2009 seguí creciendo como gimnasta y en el Campeonato Mundial de Londres logramos junto a Vladimir un hecho histórico para la gimnasia Argentina, entrar a la final del All Around de un Mundial. Ese resultado llevó a que en abril de 2010 la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) me otorgara una mención como “World Class Gymnast” (gimnasta de clase mundial). Los logros de ese año continuaron con la obtención de la medalla de bronce en Anillas en el Pre-panamericano de Guadalajara y la gran actuación en Anillas en el Mundial de Rotterdam (puesto 24 del mundo) en donde pude colocar en el código de puntuación un ejercicio con mi nombre (Molinari: es un Kip cristo a escuadra con piernas plegadas).

En 2011 vuelven a aparecer los fantasmas de la lesión del hombro, justamente en un año muy importante, el año previo a los Juegos Olímpicos. Sin embargo gracias al grupo de médicos del CeNARD pudimos eliminar gran parte del dolor y hacer una buena preparación. Fue un año con buenas y malas, y en el Campeonato Mundial de Tokio se logró el objetivo de clasificar al Pre-olímpico de Londres. Solo quedaba un torneo, el más importante de todos, el que me había imaginado los últimos 4 años. Después de navidad me fui a entrenar a España con la Selección Española de gimnasia y pasé año nuevo en Europa. Me preparé como nunca antes para el Pre-olímpico del día 10 de enero de 2012. Fue un torneo distinto a todos los demás, nunca había sentido lo que sentí ese día, una mezcla de presión, emoción, alegría y orgullo de representar a mi país. Al finalizar el torneo se me pasó una película de mi vida en la cabeza, muchas imágenes, personas, momentos, torneos, etc. Instantáneamente me abrace con mi novia y con mi entrenador y sabía que el objetivo estaba cumplido, estaba clasificado para los JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES 2012.

De esa manera llegaría el mejor año deportivo de mi carrera, logrando la medalla de oro en anillas en el Panamericano de especialistas en Medellín, la medalla de bronce en anillas en la Copa del Mundo de Ghent y finalmente el resultado deportivo más importante de mi carrera, la clasificación a la final de anillas en los JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES 2012. Este resultado cambiaría el rumbo de mi vida, tanto de lo personal como lo deportivo.

Un gran cambio llegaría luego de la final olímpica, de hecho acepté una propuesta teatral y me incorporé a la obra "Stravaganza, estados del tiempo", dirigida y producida por mi gran amigo Flavio Mendoza. Formé parte de este show durante casi dos años, fue una experiencia increíble y muy productiva.

El año 2013 también llego acompañado de muy buenos resultados, logrando medalla de bronce en anillas en la Copa del Mundo de nivel A en La Roche (Francia) y un histórico 11° puesto en anillas en el Campeonato Mundial de Amberes (Bélgica). 

El 21 de marzo del 2015 se convertiría en el momento más lindo de mi vida, cuando mi mujer diera a luz a la persona más simpática de todo el mundo, mi hijo, mi sol, VALENTINO. Es inexplicable lo que se siento en esta nueva etapa de mi vida, muchos cambios, muchas cosas nuevas y aprendizajes. Pero de una cosa estoy seguro, mantengo la misma pasión por la gimnasia que aquel primer entrenamiento en el Club A. San Jorge cuando tenía solo 4 años...

 

Puerta de ingreso al Club Atético San Jorge M. y S.

Jaz (derecha), Alicia (al lado), Fernando (arriba) y Maty (izquierda).

Fede y Pau a fines de 2005.

Haciendo una plancha en el Tower Bridge, Londres.

Fede celebrando la clasificación a Londres 2012.

Nacimiento de Valentino Molinari. 

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